Monday, January 09, 2006

lluvia

hay días en los que desde que te levantas hasta que te acuestas no para de llover. Y no es esta lluvia furiosa que arranca todo, sino que es tranquila, parece que disfruta con cada pequeña herida que cada una de sus gotas causa. Si te enfrentas a ella te lame el cuerpo con dulzura, engañándote para arrastrarte a un rincón y allí darte un mordisco en el corazón cambiando tu sangre por recuerdos tristes. Siempre lo consigue, da igual que intentes esconderte tras un cristal, porque si no lo hace su tacto lo hará su sonido, tan bello, tan reconfortante que consigue hundirte en el lago más profundo, ese lago hecho con tu propia sangre y que en vez de un suave fondo de arena tiene púas que se te clavan, ahogándote en tu propia sangre.. y es que esa lluvia es tu pasado riéndose de que jamás podrás rescatarlo.

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